No todo lo que viene de lo alto es bueno. Hace poco un prodigioso grupo de palomas muy interesadas en el principio bíblico del hogar vino a construir el suyo en el techo de mi casa. A partir de entonces, de lo alto caen restos escatológicos que todas las mañanas ensucian la entrada del hogar. Os aseguro que no es agradable tener que sortear las manchas del suelo antes de barrer la entrada un día más.

De todos modos, este asunto merece una reflexión más profunda. Supongamos que en la entrada de mi casa tuviese una huerta amplia y frondosa. ¡Entonces hablaríamos de una escatología de gran esperanza! El asunto es que la caca de paloma es un abono excelente. En tal caso, aquello que viene de lo alto sería lo más adecuado para que las semillas que he plantado puedan germinar. ¿No es genial?

Si os dais cuenta, la diferencia no es tanto lo que viene de lo alto, sino la tierra en la que cae. Las ordenanzas de la Providencia Divina para con nuestras vidas serán apreciadas y aprovechadas según sea la disposición de nuestro corazón. Solamente los limpios de corazón aprecian la bondad de Dios en todo lo que hace (Sal.73:1). Por lo demás, de momento no tengo pensado plantar un huerto en la entrada de mi casa, pero deseo aprender a estar cada vez más contento con lo que cielo me depara.


Pedro Blois

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Myriam Medina
Myriam Medina
2 months ago

Excelente reflexión, debemos intentar ser más intencionales en ser dóciles a los tratos del Señor. Gracias Pastor