El ministerio de alabanza, bajo la dirección pastoral, juega un papel crucial en la vida de la congregación al facilitar la música y los cantos congregacionales. Este ministerio no solo proporciona un medio para el disfrute y la participación musical, sino que cumple con un mandato bíblico fundamental: alabar y adorar a Dios, como se indica en múltiples pasajes de la Escritura (1 Crónicas 25; Salmos 149; Efesios 5:19; Colosenses 3:16; Santiago 5:13; Apocalipsis 5:9). La Biblia exhorta repetidamente al pueblo de Dios a participar en el canto congregacional, destacando la importancia de esta práctica como una expresión sincera de adoración y agradecimiento a nuestro Creador.
«y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación»
Apocalipsis 5:9
Para cumplir con este mandato divino, el ministerio de alabanza organiza ensayos regulares y dirige la alabanza durante las reuniones de la congregación, asegurando que la iglesia pueda unirse en armonía y devoción.
A través de su dedicación y esfuerzo, el ministerio de alabanza ayuda a la iglesia a vivir y experimentar el privilegio de alabar a Dios en comunidad, fortaleciendo así su fe y unidad espiritual.
Tareas en el ministerio de alabanza:
- Ensayos
- Dirección de la alabanza en las reuniones de la congregación.
