Catecismo de la Nueva Ciudad

BIBLIA

Creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios, completa y suficiente en todos los aspectos. Creemos que Las Escrituras son “exhaladas por Dios” y por lo tanto completamente autoritativas en y de sí mismas; no basan su autoridad en ninguna iglesia, consejo, o credo, sino que son autoritativas simplemente porque son la Palabra de Dios. (2 Tim. 3. 15-17)


DIOS ETERNO

Creemos que Dios es uno, eterno, infinito, e inmutable. Creemos que Dios es el creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra. El Dios que se describe en la Biblia es único; Él no es semejante a cualquier persona o cosa en todo el universo. Dios tiene todo el poder, todo el conocimiento, toda la sabiduría, y a Él se le debe toda la gloria, honor y alabanza. Todo lo que pasa o va a pasar está en el decreto de Dios. Todas las cosas, al final, dan la gloria a Dios


TRINIDAD

Creemos que la Biblia enseña que hay un solo Dios, el cual existe en tres personas: el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Cada persona es completa y plenamente Dios. El Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo han existido eternamente en la relación descrita por el término “Trinidad”.


EL HOMBRE

Creemos que el hombre fue creado a la imagen de Dios. El hombre se ha rebelado contra su Creador, cayendo así en pecado. Consecuentemente, el hombre llegó a estar espiritualmente muerto, totalmente indispuesto e incapaz de buscar a Dios.


JESUCRISTO

Dios, desde la eternidad pasada, predestinando todas las cosas, unió a ciertas personas con Cristo Jesús, de modo que él pueda redimir los pecados de los hombres y, al obrar así, traer gloria a sí mismo. Jesucristo, el Hijo de Dios, muere en el lugar de sus elegidos, proporcionando el perdón completo de pecados por su muerte sobre la cruz del Calvario. Ningún otro trabajo puede proveer el perdón de pecados, y ninguna adición se puede hacer al trabajo terminado y acabado de Cristo.


SALVACIÓN/ESPÍRITU SANTO

Creemos que Dios, en su gracia y misericordia soberana, regenera a los hombres pecadores por el poder del Espíritu Santo, no por alguna acción de ellos, trayéndolos a la nueva vida. Dios les concede a ellos los regalos de la fe y del arrepentimiento, que entonces ejercitan creyendo en Cristo y arrepintiéndose de sus pecados por amor a Dios.

Como resultado de esta fe, basada en el sacrificio del Señor Jesucristo, Dios justifica a la persona que cree. El regalo de Dios de la fe, y la obra constante del Espíritu Santo en las vidas de los elegidos, da lugar a las buenas obras. Estas buenas obras surgen de la verdadera fe salvadora; son un resultado necesario de la fe, pero no deben ser consideradas necesarias para ganar la justificación, que es dada por la gracia de Dios por la fe solamente, de modo que ningún hombre pueda jactarse. (Efesios 2. 8)


LA IGLESIA Y LA PAROUSIA

Creemos que Jesucristo estableció su Iglesia, que se compone de todos los elegidos de Dios. Su Iglesia, como novia obediente, escucha su Palabra según lo encontrado en la Biblia. Todos los que creen en Cristo son colocados en su Cuerpo, la Iglesia. Las expresiones locales de la Iglesia son muy importantes, y cada creyente debe estar involucrado activamente en tal compañerismo.

Creemos que Cristo vuelve a juzgar a los vivos y a los muertos. Hasta su regreso, los creyentes deben vivir sus vidas de tal manera que den gloria a Dios a través Jesucristo. La iglesia debe estar ocupada haciendo el trabajo de la predicación del evangelio (en palabras y en hechos) y del discipulado, proclamando el Evangelio puro de Cristo y enseñando la Palabra de Dios.”