Pregunta 10: ¿Qué es lo que Dios exige en el cuarto y quinto mandamiento?
En el cuarto, que en el tiempo de reposo pasemos tiempo adorando a Dios en público y en privado, descansando de nuestro trabajo rutinario, sirviendo al Señor y a los demás, de tal forma que anticipemos el día de reposo eterno. En el quinto, que amemos y honremos a nuestros padres, sometiéndonos a su disciplina y dirección piadosas.
MARZO 5
Una de las razones por las que no descansamos de manera profunda, tal y como pretende el cuarto mandamiento, es que seleccionamos erróneamente nuestras actividades de descanso. Estamos rodeados de actividades de ocio que, lejos de traer reposo al alma, promueven un mayor desgaste. La respuesta del catecismo nos provee un orden de prioridades sabio para nuestros tiempos de descanso: i. Adora a Dios en público y privado. No dejes de disfrutar de la comunión con los hermanos para adorar al Señor y meditar en su Palabra. No dejes de tener devocionales profundos. ii. Descansa del trabajo rutinario. Busca actividades recreativas de las más diversas. Practica deportes, sal a caminar al campo, disfruta de la naturaleza. iii. Sirve al Señor y a tus hermanos. Aprovecha tus descansos para suplir las necesidades de otras personas. Centrarte en otros renueva el alma y glorifica a Cristo.
Finalmente, recuerda que todo descanso en esta Tierra es un leve atisbo del descanso eterno. No te frustres con las limitaciones del descanso. ¡No le pidas demasiado a tus vacaciones! Cada descanso en esta vida apunta al día en que entremos en Su reposo.
Leer: Lucas 10:38-42.