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SERMÓN 1 – UNA INTRODUCCIÓN AL PROFETA JONÁS.

 

(1) Comenzamos una serie del LIBRO DEL PROFETA JONÁS. Es un libro de apenas 4 capítulos, que se encuentra hacia el final de nuestro Antiguo Testamento, y es parte de un bloque de libros proféticos que, en la Escritura Judía, se denomina “LOS DOCE” (“los profetas menores”). LECTURA DEL LIBRO COMPLETO: JONÁS 1 – 4.

 

(2) Mientras que en el resto de los libros encontramos el mensaje del profeta – lo que Dios dice a través de él –, en Jonás leemos LA HISTORIA DEL PROFETA… sus experiencia a partir del llamado de Dios a predicar en Nínive.

En el libro de Jonás apenas encontramos sus palabras (…). En realidad, al leer el libro, uno tiene la sensación de que está ante una AUTOBIOGRAFÍA, en la que el profeta desnuda su corazón y nos provee sus CONFESIONES.

 

En su autobiografía, Jonás nos dirá que NO SIN GRANDES SUFRIMIENTOS SOMOS LLEVADOS A CONOCER A DIOS Y A CUMPLIR SU LLAMADO EN NUESTRAS VIDAS.

En Jonás aprendemos que en muchas ocasiones Dios nos llama a lugares incómodos para que Le conozcamos, nos conozcamos a nosotros mismos, y para que seamos instrumentos poderosos en Sus manos.

 

Hoy veremos UNA INTRODUCCIÓN AL LIBRO. Lo haremos a partir DEL LLAMADO DE JONÁS, que encontramos en los los dos primeros versículos del libro (Jonás 1:1-2).

 

“Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo:

Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella;

porque ha subido su maldad delante de mí.”

Jonás 1:1-2

 

A partir de estos dos versículos quiero que veamos los TEMAS PRINCIPALES del libro.

3 TEMAS: DIOS + JONÁS + NÍNIVE (abrir puertas y mostrar habitaciones).

 

 (I) DIOS. “Vino palabra de Jehová a Jonás, hijo de Amitai…” (v.1).

 

Siempre que pensamos en el libro de Jonás, lo primero que nos viene a la mente es la desobediencia del profeta, el pez gigante que lo engulle en alta mar, la conversión de los ninivitas, o el enfado del profeta cuando el Señor salva a los ninivitas… y, desde luego, todos estos temas están ahí.

Pero, sabéis, hay que empezar por el principio… y el principio es este:

EL TEMA ES DIOS… EL DIOS QUE VIENE A NUESTRO ENCUENTRO CON SU PALABRA… EL DIOS QUE NOS REVELA CUÁL ES SU CARÁCTER Y SU VOLUNTAD. Hermanos, también en nuestras vidas todo comienza cuando Dios viene a nuestro encuentro… cuando Él, por medio de su Palabra, se da a conocer… y nos muestra cuál es Su voluntad. ¡Todo comienza con Dios! ¡Todo comienza con su Palabra!

 

Algunas verdades acerca de Dios que aprenderemos en el texto:

 

  1. LA JUSTICIA DE DIOS – que el nuestro es un Dios que aborrece el pecado, y que otorga al hombre lo que sus hechos merecen… conforme a Su Ley y Carácter.

 

El texto comienza con el Señor llamando a Jonás para predicar la inminencia de su juicio en Nínive. Jonás tenía que pregonar contra Nínive – a voz en cuello –, “…porque ha subido su maldad delante de mí” (v.2b). Puede que Nínive – capital de Asiria… ciudad con unos 500 a 600.000 habitantes – pareciese un lugar desconectado de los tratos de Dios, pero ¡nada más lejos de la realidad! Dios estaba implicado con lo que allí acontecía y estaba a punto de establecer justicia.

¡Él es el Juez de toda la Tierra! (Granada… nuestras vidas… incluida).

 

Los ninivitas vivían en desobediencia a la Ley de Dios -esculpida en su consciencia – y merecían el juicio. La paciencia de Dios tiene límites, y había llegado el final. Y lo mismo se puede decir de nuestros días… ¡¿No estamos viviendo días de juicio?!

 

Hermanos puede que este nos resulte un tema desagradable, pero sin él no entenderemos muchas cosas: i. No entenderemos las Escrituras; ii. No entenderemos el carácter moral del ser humano; iii. No entenderemos las agonías de la consciencia; iv. No entenderemos el sufrimiento y el dolor de este mundo caído; v. No entenderemos la necesidad de la redención y del perdón… seremos incapaces de entender la obra de Jesucristo en la cruz (muerte y resurrección).

La justicia de Dios es el telón de fondo del libro de Jonás (…).

  1. LA MISERICORDIA DE DIOS.

El propósito de Dios al enviar al profeta era darle a Nínive la oportunidad del arrepentimiento. El deseo divino era derramar su gracia sobre los ninivitas (!).

Y ¡eso es lo que acontece! En Nínive encontramos uno de los avivamientos más extraordinarios de toda la Escritura… una manifestación de misericordia sin comparación en el A.T (…). Pero el texto tiene mas expresiones de misericordia: la experiencia de los marineros en alta mar y los tratos de Dios con Jonás.

 

El nuestro es un Dios de amor eterno e inagotable, que corre con brazos abiertos del pecador arrepentido… Él es paciente para con sus hijos y los corrige.

 

Jonás nos dirá, además, que la gracia de Dios es libre y soberana… que Él la dispensa en los lugares más inverosímiles (sin tener que pedirle permiso a nadie). Recordando las palabras de Jesús en la parábola de los obreros de la viña: “¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío?” (Mateo 20:15).

 

iii. LA SOBERANÍA DE DIOS.

La soberanía de Dios se puede ver en el trascurso de toda la narrativa: Él es soberano sobre la tarea de sus siervos; Él es soberano sobre la tormenta y el mar; Él es soberano sobre los monstruos marinos; Él es soberano sobre la vida y la muerte; Él es soberano sobre pueblos y reyes; Él es soberano sobre las plantas del campo y los gusanos de la tierra… ¡Nada escapa de su gobierno!

Y su soberanía está al servicio de su pueblo… de sus hijos… de cada uno de nosotros (!). Jonás nos ayudará a entender el modo en que Dios dirige cada detalle de nuestras vidas para llevarnos a Él. Esto promoverá en nosotros un temor reverente… pero también un consuelo abundante y glorioso. ¡Es fascinante!

Es ciertísimo que, como dice el apóstol Pablo:

“A los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28).

 

Por lo tanto, el gran tema de este libro es DIOS, SU CARÁCTER Y SU VOLUNTAD.

Nunca nos olvidemos de esto. Sólo así podremos conocer-Le… cuando comenzamos con Él y con Su Palabra. Esta es la clave para entender la Escritura, para entender nuestras vidas y para entender el mundo en el que vivimos.

 

(II)  JONÁS. “Vino palabra de Jehová a Jonás, hijo de Amitai…” (v.1).

 

El segundo gran tema de este libro es JONÁS. Como os dije al principio, Jonás nos provee de su AUTOBIOGRAFÍA para confesar sus luchas a partir del llamado de Dios.

Él nos dirá que la Palabra de Dios vino a su vida y le permitió conocerse como nunca antes… Jonás llevaba tiempo caminando con Dios, pero el oráculo divino abrió habitáculos de su corazón que él jamás podía imaginar… le enseñó quién era Jonás.

Algo bello de este libro es que la sinceridad de Jonás nos hace identificarnos con él. Todo creyente puede ver un poco de Jonás en los distintos movimientos de la narrativa… lo veremos en el trascurso de la serie.

 

Consideremos un poco acerca de Jonás (un primer acercamiento):

 

  1. LA FIDELIDAD DE JONÁS (un hombre de Dios).

Antes del presente llamado, Jonás había ejercido el ministerio en el Reino del Norte, sirviendo en la corte del rey Jeroboam II (SIG. VII a.C). Dios le había utilizado para traer una palabra de esperanza y restauración en tiempos de gran oscuridad.

 

“Él – Jeroboam II – restauró los límites de Israel desde la entrada de Hamat hasta el mar del Arabá, conforme a la palabra de Jehová Dios de Israel, la cual él había hablado por su siervo Jonás, hijo de Amitai, profeta que fue de Gathefer – de la tribu de Zabulón… región muy cercana a Nazaret”. 2 Reyes 14:25

 

Jonás era un siervo de Dios, un pregonero de su Palabra (profeta); y un faro de esperanza en medio a la oscuridad. Siendo contemporáneo de los profetas Elías y Eliseo, hacía parte de un grupo de profetas que se mantuvieron fieles en medio a la apostasía de la nación (los 7000 que no doblaron sus rodillas ante Baal), y que predicaban con fidelidad la Palabra. Jonás conocía a Dios y caminaba con Él.

Esto se ve inclusive en su libro: el temor de Dios le acompañó en alta mar; reconoció abiertamente su pecado y aceptó el juicio; confesó su cupla en el vientre del gran pez; enfrentó sus luchas internas delante de Dios a las afueras de Nínive. Aunque muchos pintan a Jonás con un tinte sólo oscuro… no me parece una visión correcta.

 

  1. LA DESOBEDIENCIA DE JONÁS.

Pero, entonces, vino la Palabra de Dios a la vida de Jonás y despertó una profunda crisis en el profeta. Dios llamó a su siervo para que predicase la inminencia de sus juicios sobre Nínive, y leemos que: “Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis” (v.3). ¡Esto debió impactar a los primeros lectores del libro!

Hermanos, Nínive estaba a 800 km por tierra, dirección noreste, y Tarsis estaba a 1300 km por mar, dirección suroeste (posiblemente la ciudad de Huelva, en el sur de España). ¡Jonás no podía haber escogido un lugar más distante de la voluntad de Dios! ¡Él fue literalmente a la dirección opuesta!

Al principio el texto no entra en la razón de su desobediencia, pero vemos que la Palabra de Dios fue determinantemente desobedecida por el profeta, y este entró en un declive espiritual (…). Imagino que, si le hubieran dicho a Jonás que aquello le podría ocurrir, ¡lo negaría con todas sus fuerzas! ¡A mí jamás!

Tal vez Jonás respondería como el profeta Amós: “Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará? (Amós 3:8). Pero ocurrió… y en su desobediencia, Jonás llegó al corazón del mar… al “lugar de los muertos” (Seol). En efecto, todas las olas del Omnipotente cayeron sobre él (!).  

Hermanos, Jonás se nos presenta como una solemne advertencia: puede que llevemos caminando con el Señor 20 o 30 años… que conozcamos las Escrituras… que sirvamos con ahínco en la iglesia… y que lleguemos a pensar que estamos fuera de todo peligro… que la gracia de ayer es suficiente para hoy…

Pero no es así. Jonás nos advierte que LAS GRACIAS DEL PASADO NO SON SUFICIENTES PARA EL PRESENTE; que LO IMPORTANTE NO ES COMO COMENZAMOS, SINO CÓMO TERMINARMOS LA CARRERA; y que, si queremos terminar bien, HEMOS DE MANTENERNOS HUMILDES ANTES LOS TRATOS DIVINOS.

 

Leer: Hebreos 4:12-13 (Ej.: “el sueño de la excavadora”).

 

iii. LOS TRATOS DE DIOS CON JONÁS.

Hermanos, la desobediencia tiene consecuencias duras… y las vemos en la vida de Jonás. Pero también vemos al Padre amante que no deja a su hijo, sino que viene con SU IRA MISERICORDIOSA (ML). Dios podría haber dejado a Jonás morir en el mar – era legítimo, y muchas veces lo hace. Pero el nuestro es un Dios misericordioso… y Él puede venir hoy a tu encuentro. Oro para que este libro sea como un pez que te toma y te lleva a Dios. ¡Volved hoy a los brazos del Padre!

 

 

 

(III) El tercer lugar NÍNIVE: “Vino palabra de Jehová a Jonás hijo de Amitai, diciendo: Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ellav.1-2a.

 

Jonás nos habla acerca del MINISTERIO CRISTIANO Y LAS MISIONES. Nos habla de la tarea que el Señor nos ha otorgado de predicar el evangelio a todas las naciones.

 

Algunas lecciones:

 

  1. La primera de ellas, Dios nos envía a lugares difíciles, para manifestar allí su poder.

Ningún lugar más inverosímil que Nínive para que Jonás fuese enviado. Nínive era la capital del incipiente imperio asirio; y contaba en la época con una 500 a 600.000 habitantes. Era un lugar conocido por su extrema violencia e inmoralidad. Además, eran férreos enemigos de Israel.  Pero fue en esa capital donde tuvo lugar uno de los avivamientos más extraordinarios registrados en las Escrituras.

Hermanos, el nuestro es un Dios que ama a las naciones… y Él puede extender su gracia dónde y cuándo Le plazca. Esto debe darnos gran esperanza. Vemos al realidad de Granada, vemos la realidad de España… y nos parece imposible que esto pueda acontecer… pero en Jonás aprenderemos que no es así.

Debemos seguir orando por avivamiento, dando testimonio de la fe y esperando en el poder de Dios. El Señor, que reina sobre las naciones, vendrá para salvar.

 

  1. En segundo lugar, aprenderemos que existe una relación entre los tratos de Dios en nuestras vidas y el ministerio cristiano (…). El impacto de Jonás en Nínive no fue sólo por su mensaje… sino por el mensajero… los tratos de Dios en él.

Sabéis, el ministerio no es algo pragmático o profesional (resultados, excelencia).

El ministerio – el servicio cristiano – es el fruto de los tratos de Dios en nuestras vidas, de sus quebrantos operando en nosotros… del conocimiento de Dios que se forma en sus hijos. Hablando en términos cristológicos, en nosotros opera la muerte de Cristo, para que la vida de Cristo se manifieste a otros.

 

Este era el testimonio del apóstol Pablo: “Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en vosotros la vida” 2 Corintios 4:11-12.

 

Hermanos, el ministerio cristiano es la expresión de la obra de Jesucristo en nuestras vidas… y este siempre debe ser nuestro enfoque. Esta es la clase de ministerio que glorificará a Dios, amará al prójimo y será un poderoso testimonio al mundo. Aunque Jonás deje su caso en abierto, ciertamente desea retarnos en este punto, quiere que nosotros respondamos correctamente (!).

 

Jonás predicó en Nínive como alguien que había experimentado muerte y vida (…).

 

LA SEÑAL DE JONÁS

Me he dejado un tema para el final. En el libro de Jonás aprendemos acerca de DIOS + JONÁS + NÍNIVE… pero TAMBIÉN ENCONTRAMOS A JESUCRISTO (el evangelio).

 

Venid conmigo a MATEO 12:38-41 (…).

 

Los fariseos le pidieron a Jesús una señal – manifestación visible de su poder – que le identificase con el Mesías. Él se negó rotundamente a hacerlo; pero les dijo que tendrían una señal: LA SEÑAL DE JONÁS.

 

Así como Jonás predicó en Nínive después de pasar por un tipo de muerte y resurrección, Jesucristo se nos presenta como un mejor Jonás… uno mayor que él… quien después de haber muerto y resucitado, nos llama al arrepentimiento. ¡Deberíamos oírle! ¿Por qué? ¡Porque Él resucitó de entre los muertos!

Serie de Jonás
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Fecha:
11/09/2022

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